Ya son cuatro años estudiando en esta facultad, y son varias las cosas que he visto y pensado. Tengo mucho que agradecer y también mucho que criticar, y esa mezcla de sentimientos siempre me acompaña a la hora de analizar cosas por las cuales siento aprecio y cariño. Por eso nunca me han gustado las críticas que se quedan en eso: en meras críticas, en descargas al aire; sino que precisamente lo que viene después de la crítica es lo interesante: el análisis y la ejecución. Son las ganas de cambiar ese ambiente adormecido, es la motivación por invitar a trabajar a los que miran desde la vereda, y la convicción de que no existen alumnos totalmente apáticos, las razones que nos empujan a pensar este proyecto.
En estos cuatros años he intentado colaborar con diferentes actividades en nuestra facultad. El año 2010 participé en la vocalía de debate público del Cade, buscando presentar discusión con posturas contradictorias, y al mismo tiempo intentar conocer de qué manera trabaja un centro de alumnos internamente. En el año 2011 me desempeñe como subdelegado por mi generación, y esta experiencia me mostró la realidad y el funcionamiento del consejo de delegados, instancia fundamental para el ejercicio democrático al interior de nuestra escuela. Además, participé en la organización del foro “Jóvenes del Bicentenario 2011”, en la que intentamos lograr una discusión con mayor contenido académico, en la que se pensara sobre el concepto de Universidad y su relación con la Sociedad, en vistas a la discusión que este año hemos tenido como estudiantes universitarios.
Espero que mis motivaciones y las experiencias de trabajo y representación que he tenido durante estos años, me ayuden a desempeñar un buen trabajo para el próximo. Con todo, más allá de mis motivaciones y experiencias personales, hemos intentado nutrirnos de las motivaciones y experiencias de todos nuestros compañeros; porque entendemos que la sabiduría aparece con mayor frecuencia en la medida que más personas se suman al diagnóstico. Esa es nuestra gran motivación y espíritu: porque Derecho somos TODOS.